Monday 19 February 2018

¿Nos cuesta entender el rechazo a los hombres?

Hace tiempo que quiero escribiros sobre este tema: 
los hombres no llevamos bien el rechazo, sobre todo si no estamos acostumbrados a ello. (Aquí va un poco de autocrítica también, ¿vale?)



Pensamos que por el hecho de declarar nuestros sentimientos, cosa que, por otra parte, tenemos derecho a hacer, a la persona que nos gusta, ya somos unos héroes. Que no debemos ser rechazados por el esfuerzo que supone haber abierto nuestro corazón de par en par; pues chicos, andamos listos, nada más lejos de la realidad, solo por eso no se conquista a una chica/ chico ( usaré persona porque hablo del rechazo masculino en general, venga de donde venga). 

A veces, es todo lo contrario porque tratamos de forzar la situación tras una negativa, aunque la otra persona tenga pareja y nos diga que no le interesamos o que está bien con su pareja y no es el momento. Tras el rechazo, hacemos un drama de la respuesta negativa y nos ponemos hiper-pesados con esa persona; ¿cuál crees que será la reacción de la persona "amada"...? 
Pues que saldrá corriendo, ¡obvio!



Yo propongo hacer todo lo contrario; si has "amado" o te has enamorado de esa persona, debes dejarle claro que aceptas su decisión, pero que debe saber que te tiene para lo que necesite. Si tus sentimientos son fuertes y verdaderos, mantendrás ese vínculo de amistad o complicidad con esa persona y quién sabe, tal vez, en el futuro se dé cuenta de a quién tiene a su lado si su relación actual no funciona. Esto no significa que sigas dándole la tabarra, todo lo contrario, significa enterrar tus sentimientos de amor para dar paso a otros de amistad y confianza. 

Volviendo al tema, nos cuesta mucho aceptar el rechazo y damos la tabarra con flores, regalos y declaraciones forzadas que ponen a la otra persona en un compromiso, tal vez, porque si le caemos bien, y nos ve como a un amigo de verdad, nada más. Sin embargo, es algo que no podemos evitar, es algo eminentemente masculino, con su punto de gallito de corral; olvidándonos de los sentimientos de la otra persona y centrarnos solo en nuestro rechazo, ¡pobrecito de mí! ¿Y qué pasa con los sentimientos de esa chica? Seguro que lo está pasando mal porque no sabe como decirte claramente que la dejes en paz.

Por esto, pienso que debemos olvidar esa idea romántica del caballero que pretende conseguir a la princesa, ese romanticismo que roza el acoso sexual. Hay que ser valientes y si esa valentía pasa por tragarnos nuestro orgullo y llorar, sí dije llorar, en soledad nuestro rechazo y ponerle tiritas a nuestro ego, pues se hace. 
Lo valiente es retirarnos a tiempo, respetar a la otra persona y dejarle muy claro que estarás a su lado pase lo que pase, como amigo, compañero o para desahogarse, porque alguien a quien quieres o has querido no se merece ese trato de cobarde Neardental, se merece tu respeto y comprensión y quién sabe si acabe dándose cuenta de lo que vales realmente, si no, pues no pasa nada hay gente que encuentra a su media naranja y debes asumir que no eres tú; estoy seguro que la tuya estará dándole guerra a otro amor idealizado que está al borde del ataque de nervios tras recibir otra nota de amor más.





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¡Nos leemos!

Thursday 15 February 2018

LA SOMBRA DEL SEÑOR GREY ES ALARGADA

Esta semana se ha estrenado la última entrega de la película la saga 50 Sombras de Grey titulada: 
50 Sombras Liberadas. Por si esto no fuese suficiente, su estreno mundial se ha planeado el día de San Valentín; ahí es nada... 
En España ha caído en miércoles, día del espectador en muchos cines, por lo que las entradas han podido adquirirse más baratas.Hasta aquí todo perfecto, parece un plan muy bueno para San Valentín: ir con tu pareja a ver la película y celebrar el día del amor; nada más lejos de la realidad, gran error por tu parte; (lo explico más abajo.)



Resulta que en Estados Unidos y el Reino Unido (os digo que en España también) se están produciendo rupturas matrimoniales y de parejas por el denominado síndrome: "la sombra de 50 sombras de Grey" por el que muchas mujeres, desilusionadas con sus parejas tras leer los libros y ver las películas han decidido divorciarse de sus maridos o dejar a sus parejas.  
En estos casos no le hecho la culpa a la autora, ni a la historia, esas relaciones ya harían aguas y el señor Grey ha sido una excusa como otra cualquiera para dar carpetazo a una relación que no llevaba a ninguna parte. Sin embargo, estoy notando desde el año 2012 en adelante, cuando el primer libro fue "liberado", que las mujeres usan la figura de Cristian Grey para chantajear al género masculino en determinadas situaciones, más bien es una especie de presión psicológica de no estar  a la altura... por otra parte, me parece una merecida venganza tras haberlas subyugado el hombre a cánones de belleza imposibles durante décadas, pero que no deja de fastidiarnos al género masculino.

Pienso en esos pobres maridos matados a trabajar de sol a sol en una obra, encima de un camión o trabajando de comercial recorriendo la geografía local de lunes a sábado y con una hora para comer en el horario partido y pienso que es normal que cuando lleguen estos maridos y necesiten descansar un poco tras la dura jornada laboral, ayudar con los deberes y jugar con sus hijos, participar en las tareas del hogar, solventar los problemas de la casa, atender a comidas y cenas familiares, arreglar algún que otro desperfecto y revisar el coche, hacer la compra, ir de compras para la familia y un largo etcétera... no tengan ni tiempo material, ni fuerzas para sorprender a sus esposas con uno de los numeritos sexuales del Señor Grey, que ha tenido todo el día libre para recrearse en sus fantasías sexuales y macabras (aunque ese tema y cómo trata a la mujer como si de uno de sus trofeos se tratase, lo trataremos otro día, hoy nos ocupamos de la pepita que nos hace este individuo a los hombres mortales y de a pie).

Analicemos la vida de Cristian Grey:

El joven cuenta con unos 25 años al comenzar la historia, y ya es multimillonario, ¡toma! Braguetazo; (ejem. ¿perdón? ¿rico a los 25...?  Muchos jóvenes aún no han acabado sus estudios universitarios a esa edad...) El dinero es un factor clave y muy importante que aumenta su poder de atracción del personaje pues le permite dar rienda suelta a todo lo que representa: poder, dinero, estatus...
el hecho de ser millonario le añade a esta idealización de semental empajillado la no necesidad de dedicarle muchas horas de tu vida diaria al trabajo, porque... ¿cuántas horas sale este buen mozo trabajando... y cuantas está pensando en el sexo o fol****o?  

Por otra parte, me diréis que Grey es un joven muy atractivo y que en su "corta vida" ha adquirido un curriculum sexual digno de una estrella porno retirada, aunque ahora, misteriosamente, se ha enamorado hasta el tuétano de la ingenua Anastasia (que ya os digo yo que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos; hay quien las mata callando...) esta predisposición al sexo desde los quince añitos ( Sí, he dicho 15, no se me escandalicen ahora lectoras del libro) le ha permitido adquirir un doctorado Cum Laude en todo lo relacionado con el sexo: 
BDSM (bondage, disciplina, sadismo y masoquismo), ha sido amo, sumiso, por delante, por detrás, volteretas para arriba, para abajo, etc... y como tiene mucho tiempo y "dinero" puede permitirse levantarse a la hora que quiera, pasar dos o tres horas en su gimnasio (privado, como todos nosotros) para esculpir su joven, proporcionado y con una predisposición natural al equilibrio anatómico en el gimnasio, tener una dieta equilibrada que le preparan en casa o que consume en los mejores restaurantes de la ciudad (aquí no hay miseria y el pobre chaval no tiene que comer en media hora un bocata grasiento en el coche, o buscar aparcamiento una hora para ir a cenar en el centro; porque este joven ¡tiene chófer, señores! (Como todos nosotros, vaya) y así puede dedicar todo que le queda del día en pensar a quién y de qué manera se va a f****r; igual que cualquiera de los hombres que acariciamos el asfalto a diario para ir a currar...


Tras este estrés vital al tener qué pensar cómo vas a sorprender a tu pareja, parejas, parejo, amo, sumiso, juguete, muñeca hinchable o lo que sea,  si la llevas en helicóptero, compras una compañía entera para que la chica se sienta realizada y trabaje, aunque no le haga falta trabajar que con lo suyo ya tiene de sobra, que si coges un jet privado a Paris para cenar o si a la vuelta le regalas un anillo de brillantes de unos pocos millones de dólares y después, para relajaros, paseáis por el Sena en barco brindando con una botella de unos 10000 €, que si dais una vuelta por la costa en un deportivo de un cuarto de millón... o la llevas a tu castillo medieval o a la casa de Montecarlo que precisamente está ordenada, limpia y que tiene champan frío en la nevera y fresas por si se te ocurría esa noche aparecer por allí desde los Estados Unidos. Tras todo este despropósito de galanterías, el pobre hombre te cuenta que tiene unos traumas sexuales y te pide si quieres ayudarlo a superarlos, una cosa lleva a la otra y te encuentras amarrada, con una bola en la boca y zurrándote las nalgas... aunque yo creo que, después de ese despliegue que se ha currado el chaval, ¿quién le dice que no? Te llames Anastasia, Pepa o Magdalena, caes en sus redes, sí o sí; si hace falta le regalas hasta tu alma, y ya te digo yo que ha mí me lía todo eso y más de uno decimos que sí también.



Así que la película acaba y se encienden las luces. Las mujeres, en manada, regresan a sus casas con todo lo vivido por Anastasia aún en la retina. Cuando llegan y se encuentran con la realidad, tienen ganas de salir corriendo, frustradas y descorazonadas por que tienen una montaña de ropa que lavar (me olvidaba, Anastasia y Christian no lavan, no planchan y creo que ni se tiran pedos), que si uno de tus hijos está malo con la barriga, el otro tiene examen y no ha estudiado... y en medio de este panorama el pobre infeliz del marido ha calentado una pizza ultracongelada de 3€ para cenar y, el incauto, ha encendido unas velitas del chino de al lado para celebrar de manera "romántica" lo que queda de la noche de San Valentin.

No es de extrañar que las mujeres quieran salir corriendo, yo también lo haría, pero por favor, os pido una cosa:
sed compresivas y dadle una oportunidad a vuestros hombres, novios y maridos, porque el listón está muy alto, casi tanto como la altura que alcanza el jet privado de Christian Grey, y la caída mucho es mucho más grande si se nos compara con ciertos personajes de "ficción" calenturientos, millonarios y pseudo-perfectos en la cama.

Por favor, féminas, tómenselo con filosofía y humor que tienen delante hombres reales, menos ricos, menos atentos, pero que al menos, no te calientan cada vez que te quieren llevar a la cama; la calentura ya la traemos de serie... 
Aunque sé, sabemos, que siempre nos quedará el amor incondicional y verdadero...

¡Manolo, hoy pones tú la mesa!


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