Saturday 27 December 2014

Trabajando en Enemigos Oscuros 3


 Buenas a todos,
Estoy aprovechando las fiestas para adelantar la tercera entrega de Enemigos Oscuros. 5 capítulos terminados, 62 folios!! Está quedando super interesante. Cuando los revise, colgaré algopara ir abriendo boca, jeje.
Por cierto, no tengo nada claro lo del título me gustan estos tres, uno más que los demás, ¿ A ver si coincidimos? Deadme vuestros comentarios ;)
 
¿Qué título os gusta/llama más para la tercera y última parte de la saga?
1. Eternidad de Sangre
2. Legado de Sangre
3. Guerra de Sangre
Ya me contaréis, sabéis que confío en vosotros!

Thursday 18 December 2014

Balance 2014!!

Buenas a todos, 
después de unas semanas atareado vuelvo. He escrito poco ultimamente, la verdad. Estoy enfrascado en la tercera parte de la trilogía Enemigos OScuros y he empezado otra novela romántica, espero terminarlas para Primavera, pero nunca se sabe.
Como casi siempre que termino una novela, necesito mi tiempo y este año he terminado dos novelas: Fuego de Sangre y Cuando ya te habías ido. Por otra parte hemos reeditado la novela Hechizo de Sangre que ha salido a la venta con Triskel Ediciones, así que este año no me puedo quejar, ha sido un año increíble. 
Quiero agradeceros a todos los que me apoyáis y os entretenéis con mi historias, saber que estáis tras la siguiente página me emociona y motiva.
Un abrazo a todos y felíz año 2015.


Thursday 27 November 2014

Reseña de la novela CUANDO YA TE HABÍAS IDO




El blog LAS PALABRAS DESCARRIADAS ha realizado una reseña de la novela Cuando ya te habías ido. 
Os dejo con algunos estractos de la misma. Quiero agradecer efusivamente a su coordinadora el haberse leído el libro y haberlo reseñado.



"Esta es su primera incursión en el género romántico, y ese primer chapuzón no le ha salido nada mal. Ha conseguido escribir una historia atrayente, en que el lector consigue sentir empatia por la protagonista desde la primera línea y ese sentimiento de amistad con Sara no se abandona hasta el punto final."


"Otro punto a favor es que no es solamente una historia de amor, sino que se entremezclan otros géneros literarios como el misterio y el género de espías dando más vida a la obra y por tanto más profundidad."



"...tenéis ante vosotros a un autor todoterreno."


ENLACE de la reseña:

http://www.laspalabrasdescarriadas.es/2014/11/cuando-ya-te-habias-ido.html

http://www.amazon.es/Cuando-ya-te-hab%C3%ADas-ido-ebook/dp/B00N1YQ28Q/ref=sr_1_1?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1416874504&sr=1-1

Monday 24 November 2014

Reseña de FUEGO DE SANGRE en el blog Promesas de Amor

Una vez más agradecer a Miss Bridgerton y las colaboradoras del blog Promesas de Amor han hecho una formidable reseña de la novela Fuego de sangre, ENEMIGOS OSCUROS II.


Os dejo con algunas de los comentarios que más me han gustado y con el enlace a esta magnífica reseña.
Se han vuelto a superar. Les estoy enormemente agradecido por la buena acogida que dan siempre a mis obras en su blog.

" La novela ha vuelto a dejarme un buen sabor de boca haciéndome desear leer la continuación de esta gran historia que tanto romance y aventuras nos está dejando entre sus páginas."

"Fuego de Sangre es un libro plagado de intrigas y enfrentamientos, donde vamos a ver como el amor entre diferentes seres puede prosperar a través de una entrega profunda y sincera, siendo los sentimientos que despiertan en el corazón lo único que realmente importa"



Enlace de la reseña en el blog:  
http://florecilladecereza.blogspot.com.es/2014/11/resena-fuego-de-sangre-rafael-alcolea.html




Saturday 22 November 2014

Presentación en Málaga de Hechizo de Sangre

Ayer fue la tarde más emocionante hasta el momento en mi etapa como escritor. Se presentó en la librería Luces (Alameda Principal) como os fui anunciando la Primera parte de la Saga Enemigos Oscuros. 


El personal de la librería nos acogió con mucha amabilidad. La presentación corrió a cargo de Rafael velis, Editor jefe de la editorial Triskel Ediciones y yo mismo. 


Asistieron amigos, compañeros, familiares y algunos visitantes que se pasaban por la librería que está en un marco incomparable y es preciosa. a todos ellos les estoy muy agradecido por acompañarme en mi bautizo literario. 


El editor introdujo la obra y estvimos comentando diversos aspectos como el género de la novela, la narración, descripciones, los personajes principales de la novela, el éxito de la saga en internet previo a la publicación de la novela, el momento actual de la literatura en internet, etc.  Se abrió un turno de preguntas muy interesante entre los muchos asistentes al evento y acto seguido procedimos a la firma de libros que estuvo cargada de sentimientos y  buenos deseos, sin duda la parte más emocionante, cuando contactas con el lector del libro.


Aquellos que queráis un ejemplar en papel, se pueden comprar en Librería Luces, Alameda Principal, Málaga.

Ahí no acabó la noche, antes de que el equipo editorial de Triskel Ediciones regresase a Sevilla, donde está su sede, firmamos el contrato para la publicación de la segunda y tercera parte de la saga Enemigos Oscuros. (Fuego de Sangre y Guerra de Sangre). Así que la noche acabó de maravilla, sin duda una de las más felices literariamente hablando.

Os animo a asistir al próximo evento.


Tuesday 18 November 2014

Doble 5 Estrellas en Amazon España


Estas últimas semanas la novela CUANDO YA TE HABÍAS IDO ha cosachado multitud de reseñas favorables, a todos muchas gracais. Especial mención a estas dos que se tomaron la molestia de reseñar la novela en Amazon. Algo fundamental si quieres que tus autores suban en la mayor librería global.

GRACIAS!!! Menudo subidón!


Wednesday 12 November 2014

Nº1 en México, ¡Gracias!

Gracias a los lectores de México por situar a la novela romántica-suspense CUANDO YA TE HABÍAS IDO en el nº1 del top Ficción Femenino (Romántica). Mil gracias!!



Thursday 6 November 2014

Presentación en Málaga de Hechizo de Sangre

Como anuncié en el post anterior, estáis invitados el día 21 de Noviembre en la Librería luces para pasar un rato agradable hablando de literatura fantástica, la saga Enemigos Oscuros y su primera entrega: Hechizo de Sangre.
¡Os Esperamos!


Monday 3 November 2014

Presentación en Málaga de HECHIZO DE SANGRE con Ediciones TRISKEL


Buenas a todos, si os viene bien el próximo día 21 de Noviembre, Viernes, a las 19.30h  estáis invitados a la presentación de la nueva edición de la novela HECHIZO DE SANGRE publicada con la editorial TRISKEL EDICIONES. Una edición muy cuidada en papel que incluye nuevos pasajes inéditos de la obra y aclara algunos aspectos de la saga ENEMIGOS OSCUROS.

Os esperamos con gran ilusión en la Librería LUCES, Alameda Principal (centro Málaga). 

Gracias por vuestro apoyo, como siempre y me encantará saber que habéis difundido esta noticia por vuestras redes y páginas.



Saturday 1 November 2014

Reedición de HECHIZO DE SANGRE con Triskel Ediciones

Os presento la Nueva portada del primer volumen de la saga Enemigos Oscuros, HECHIZO DE SANGRE,
publicado en una versión revisada y ampliada en la Editorial TRISKEL EDICIONES, como anuncié hace unos días. Esta es la portada del EBOOK, pronto subiré la de la novela en papel. 
Gracias a todos por el apoyo.
 Pronto anunciaré fecha y lugar para la Presentación y firma de ejemplares.



http://triskelediciones.es/hechizo-de-sangre.html

Wednesday 29 October 2014

Entrevista en el Blog AFICCIONADOS


http://www.amazon.es/HECHIZO-SANGRE-Enemigos-Oscuros1-ALCOLEA-ebook/dp/B00FCB0DOU/ref=sr_1_3?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1414614964&sr=1-3

El fabuloso blog AFFICIONADOS ha publicado una elaborada entrevista que me realizó su coordinador, Javier Kraus, con motivo de la publicación del primer volumen de la saga Enemigos Oscuros, Hechizo de Sangre, en la editorial Triskel Ediciones. Agradecer el tiempo y el apoyo de Javier en la promoción de la obra y de mis trabajos. Os dejo con esta interesante entrevista que os dará otro enfoque mío y de las obras que se comentan.


 ¿Cómo resumirías el argumento de tu saga 'Enemigos Oscuros' en un par de frases? ¿A qué público va dirigido?

      El amor y la oscuridad pueden estar dentro de cualquiera de nosotros. Fuera hay un mundo por explorar, lleno de luces y sombras que no vemos a simple vista.

       Está dirigido a tres grandes grupos de público. En primer lugar, a los jóvenes que les gustan las historias de fantasía paranormal. En segundo lugar, al público femenino que disfruta leyendo literatura romántica paranormal, sin ser pegajosa. El tercer grupo sería cualquier adulto que disfruta con la literatura YA.
 

 ¿Cómo surgió la idea de la primera parte de la saga 'Hechizo de Sangre'?

   Hechizo de Sangre surgió una mañana mientras impartía una clase de 2º de bachillerato. Estábamos traduciendo al inglés un relato que yo había escrito en la universidad sobre vampiros y que ganó un premio. Mis alumnas británicas me sugirieron que debía de continuar la historia, porque necesitaban saber más de esos personajes. Así que ellas fueron las que me animaron.


 Para leer la entrevista entera este es el enlace:
http://aficcionados.weebly.com/inicio/entrevista-a-rafael-alcolea-harold

Mil gracias, de nuevo.

Sunday 19 October 2014

Triskel Ediciones publica Hechizo de Sangre de Rafael Alcolea


Estoy muy contento de poder confirmaros que...

TRISKEL EDICIONES ficha a Rafael Alcolea entre sus escritores y se hace con los derechos de la TRILOGÍA ENEMIGOS OSCUROS.
Os dejo el enlace de mi biografía en la web de la Editorial.
http://www.triskelediciones.es/rafael-alcolea-harold.html


http://www.triskelediciones.es/rafael-alcolea-harold.html


Ya os iré informado de cuándo sale a la venta el libro y cómo poder adquirirlo, presentaciones, etc. 

Tuesday 7 October 2014

Gracias a los lectores de México

Estoy muy agradecido a los lectores de México por la buena acogida de mi última novela Cuando Ya te Habías Ido. En especial a Lucía Rivero que le dedicó al libro estas palabras: 

""Lo acabo terminar!!!!!! No pude parar!!!! Me hiciste llorar. Ya deje mi comentario :) por favor escribe más de este tipo, te quedo genial. Estaré pendiente de encontrar cosas nuevas escritas por ti. Ya tiene una fan en México. Saludos."
Por comentarios así, merece la pena estar escribiendo hasta altas horas de la madrugada. Mil Gracias.


Saturday 4 October 2014

Vamos a por la tercera parte: Corazón de Sangre. El desenlace de la Saga: Enemigos Oscuros


Buenas a todos, empezando a escribir la tercera parte de la saga enemigos Oscuros. Cuanta emoción!!

 Os dejo un pedacito del prólogo de CORAZÓN de SANGRE, desenlace de la trilogía Enemigos Oscuros. Es un borrador!!

Hoy he comprendido que soy el dueño de mi existencia, de lo que me rodea y que todos empezarán a temerme antes de que yo les tema a ellos. Esta vez no tengo miedo. Cuando lo has perdido todo, tantas veces, y se han aprovechado de ti tanto, nadie puede hacerte daño. Por fin he comprend...ido que el tiempo que tengo es para conseguir lo que yo quiero, no lo que se espera de mí. Se terminó la ingenuidad, la ceguera por amor, el miedo... Todo eso ha desaparecido dejando paso al verdadero ser que siempre estuvo dentro de mí, pero que jamás quise admitir que llevaba dentro, ahora es el momento de recuperar todo lo que me han robado.
 

http://www.amazon.es/s?_encoding=UTF8&field-author=Rafael%20Alcolea%20HAROLD&search-alias=digital-text

Tuesday 23 September 2014

Relato: Hasta que la muerte no(s se)pare



Os dejo este relato contra la Violencia de Género y el maltrato a la mujer. Un abrazo a todas las mujeres que por desgracia fueron alguna vez maltratadas física o psicológicamente. Este relato va por vosotras.
El título tiene doble interpretación: Hasta que la muerte nos separe como la frase típica tras una boda, representando la antigua idea de que el matrimonio debía ser  para toda la vida y Hasta que la muerte no pare, simbolizando la lucha de todos por acabar con esta lacra social.


HASTA QUE LA MUERTE NO(S SE)PARE





- Clara, cariño, ha llegado esta carta para ti. Un poco tarde para felicitarte por tu  dieciocho cumpleaños, ¿no?- insinuó su madre tratando de averiguar quién era el remitente.

- ¡Gracias! Pero aunque haya pasado una semana, una felicitación siempre es bien recibida.- Contestó Clara dirigiéndose a su habitación, mientras abría el arrugado sobre de papel reciclado que se le resistía.


Una vez dentro de su habitación, junto al escritorio casi sufrió un desvanecimiento cuando sus ojos recorrieron las primeras letras del texto. Tuvo que agarrarse al cabecero de su cama para no caer al suelo. Todo a su alrededor parecía girar como en un tiovivo, el aire oprimía sus pulmones y sintió cómo en sus ojos temblaban dos tímidas lágrimas. Al sentir la cómoda seguridad de su cama, releyó las primeras líneas manuscritas sobre el austero papel.


< Querida Clara, soy yo, María Jesús, tu madre...  >

No pudo continuar con la lectura, la apartó de su vista, y justo cuando estaba ocultando la carta bajo su almohada reprimiendo la tristeza que afloraba en su mirada, una cabecita plagada de revoltosos rizos asomó tras la puerta.

- Hermanita la cena está lista, papá dice que bajes enseguida. Su hermano pasó revista a toda la habitación en un solo instante, como si sospechase que algo no iba bien. - ¿Te ocurre algo? No tienes buen aspecto.

- Sí, sí, estoy bien.- aseguró Clara mientras empujaba la carta debajo de la almohada. Vamos, bajemos antes de que papá se ponga nervioso.

Cerrando la puerta, sus ojos se clavaron en el pedazo de papel que se vislumbraba bajo la almohada. Clara pensó que más tarde, en cuanto cenase, leería la carta. Aunque no sabía si al final se atrevería. ¿Por qué le escribía ahora que había pasado tanto tiempo?

¿No tuvo suficiente con arruinarle su vida y arrebatarle a su padre?, ¿tan egoísta era que no podía dejarla ser feliz? Las preguntas se agolpaban en su cabeza, mientras hacía como que cenaba dándole vueltas al puré y el pescado delante de su familia. No podía quitársela de la cabeza, incluso cuando su padre le ordenó que acabase la cena, no lo escuchó. Era como si esa carta después de catorce años hubiese borrado toda su vida de un plumazo. ¿Se desvanecía su nueva vida y renacían sus terrores y pesadillas del pasado?

No pensaba consentirlo. Ya era mayor de edad y no estaba dispuesta a que el invierno volviese a su vida, ahora decidía ella.

Subió las escaleras de dos en dos haciendo caso omiso de los comentarios de sus padres, cerró el viejo cerrojo de la puerta de su dormitorio, y éste le recordó las pesadillas nocturnas que sufrió durante meses y los años que tuvo que dormir con la puerta cerrada a cal y canto , por miedo a que ella entrase en la habitación para llevársela. 


Y ahora esto. Abrió la carta con mayor determinación que la vez anterior, y se sumergió en una profunda y temerosa lectura.

< Querida Clara, soy yo, María Jesús, tu madre. No sé si recibirás esta carta el día de tu cumpleaños pues aquí los días pasan con la misma monótona agonía. No sé por dónde empezar a pesar de haber tenido tantos años para explicarte esto. Sólo sé que lo que le hice a tu padre fue por ti, y que sólo tú me diste el valor suficiente para hacer algo que jamás pensé que  yo pudiera hacer>.

Clara no podía creer lo que esos trazos de bolígrafo barato le decían. ¿Cómo se atrevía? La culpaba  ella del asesinato de su padre, muy típico de los cobardes era escudarse en otros para llevar a cabo sus terribles actos. Pero ella no iba a acarrear con ninguna culpa.

< Aunque he intentado protegerte todos estos años, creo que ya es hora que sepas la verdadera historia de lo que pasó, y olvides todas las historias que te han contado tus tíos, tan buenos que no pudieron hacerse cargo de ti, o las patrañas que te habrán metido en el centro de acogida al que te llevaron cuando tenías cuatro años.

Hija mía, todo empezó al poco tiempo de casarnos. Tú todavía no habías nacido, afortunadamente.

Nos mudamos del pueblo porque tu padre consiguió un buen trabajo como albañil en la ciudad, y nos compramos el piso. Todo era tan alarmantemente normal, yo jamás imaginé la clase de persona con la que había jurado amor eterno, “hasta que la muerte os separe” dijo el sacerdote. Qué razón tenía ...

Las primeras noches que llegó ebrio, no le dije nada pues pensaba que era cosa de hombres lo de tomarse unas” copichuelas” con los amigos en la bodeguita después del trabajo. Pero cuando empezó a convertirse en una rutina, decidí hablar con él. Una noche, 21 de Febrero de 1981, la recuerdo con exactitud  porque fue el día que la primera bofetada borró la dignidad como persona de mi cara. Las primeras palabras no habían hecho más que salir de mi boca, cuando de repente , si saber cómo ni por qué, sentí una explosión en mi oído, y me encontré en el suelo con el labio partido y sangrando.

Ahí descubrió lo poderoso que se sentía y el placer que le ocasionaba verme sufrir y tragarme su amargura y frustración ante la vida. Fue mi perdición. Tras ésta vinieron muchos cientos de noches con la nariz partida, el ojo morado, o las costillas marcadas por su cinturón. Traté de complacerle, tenerlo todo a su gusto, ser la más servil de las bestias. Pero todo era en inútil. Siempre había una excusa para ensañarse conmigo. Una camisa mal planchada, la barra de pan dura, la comida fría, sosa o demasiado salada. Así, fui sobreviviendo aterrorizada, con la esperanza que algún día cambiara de actitud ante la imposibilidad de zafarme de mi verdugo. Hasta que me quedé embarazada. Durante esos meses todo cambió y volvió a ser la persona amable y callada de quien me enamoré. Pero la falsa Tregua poco duró, exactamente, la primera paliza vino cuando aun estabas en la cuarentena. Durante tus primeros años de vida traté de evitar por todos los medios que te percataras de la terrible situación, y desviaba toda su ira hacia mí, para que dejase a mi niña en paz.

Tu me diste los momentos más maravillosos de mi vida, ahora recuerdo como me llamabas “mami, mami, mira que dibujo he hecho”, siempre tenías “mami” en la boca a todas horas. Dentro de mi infierno tu eras mi único alivio. Esta situación hubiera continuado así hasta que tu padre me hubiera matado a golpes o hasta que ocurrió lo que pasó aquella noche.

Ese día tu padre regresó antes de que la cena estuviese preparada, traía la cara cambiada, como cundo llevaba varias horas bebiendo. Y lo estuvo haciendo. Lo habían despedido y su única forma de saciar su ira era la de costumbre. Pero esta vez una personita dulce e inocente se cruzó en su camino.

Yo estaba en la cocina pelando patatas rápidamente para freírlas y hacer la tortilla, cuando tus primeros gritos llegaron del salón. Cuando llegué, tu padre había cogido la correa y con la hebilla te había golpeado varias veces en tu carita. La sangre que recorría tus mejillas y que cayó en tu muñeca fue la sangrienta y horripilante gota que colmó el vaso. Intenté apartarlo de ti, pero me propinó un puñetazo y me tiró al suelo. Sin pensarlo, con el cuchillo de cocina aun tembloroso en mi mano, me abalancé sobre él y lo clavé sobre aquella bestia, sin saber ya que hacer por protegerte. Su mirada, mientras caía de rodillas, fue mitad sorpresa y asco, pero el odio que aprecié en sus ojos , inigualable a ningún otro anterior, empujó mi mano una vez más contra su pecho, asegurándome que no volvería a hacernos daño.

El resto ya lo conoces, nos separaron cuando fui a cumplir condena: veinte años. Pero no me arrepiento de lo que hice pues sé que vives y eres feliz. Ahora que ya te he contado la verdad, me quedo más tranquila. Sólo quiero que sepas que para mí siempre has sido  más importante que yo misma, y sé que  hice lo que cualquier otra madre habría hecho en mi lugar. Te quiero y también sé lo mucho que tú a mí me has querido. >

Así acababa la carta de una valiente. Su madre. Con los ojos borrosos, cegados aun por las lágrimas derramadas ante el egoísmo y el orgullo juvenil reprimido durante todos esto últimos años, Clara bajó corriendo al salón.


-Marta, mañana me gustaría ir a ver a mi madre.- Su madre adoptiva dio un respingo al oír que la llamaba por su nombre propio. -La carta era de la cárcel, y ya tengo edad para ver a la persona que ha hecho tanto por mí. ¿Me llevaréis a verla?

A la siguiente mañana cuando sus padres aparcaron junto al módulo de visitas para reclusas del centro penitenciario. Marta les pidió que la esperaran en la cafetería, era algo que tenía que hacer ella sola. Se dirigió llena de ilusión y arrepentimiento por no haber visitado a su madre en tanto tiempo. Sabía que la quería y la perdonaría, tenía que explicarle tantas cosas… tenía que agradecerle el haberle dado la vida dos veces. Estaba muy nerviosa, casi histérica, ya casi no le quedaban uñas en los dedos, necesitaba verla, abrazarla, besarla, decirle que todo iría bien, que hizo lo correcto y que siempre la tendría a su lado.

Por fin llegó el momento, en el mostrador de información se encontraba una empleada de la penitenciaría.

- Buenos días, ¿podría decirle a la reclusa Mª Jesús Gómez Sanz que su hija Clara ha venido a verla?

- Perdón, ¿cómo dice?- Preguntó la mujer consultando la lista de visitas.

- Mª Jesús Gómez Sanz – repetí doblemente nerviosa.

- Lo lamento enormemente, pero la visita no va a poder realizarse.- Continuó tras una enorme pausa. La reclusa de la que me habla falleció hace tres días. De veras que lo siento.

Me maldije entonces por no haberla perdonado en vida, por no haber tratado buscarla. Comprendí en ese momento que las cosas deben hacerse ya, ahora, en vida; no podemos esperar que todo se solucione o mejor en el futuro, sin arriesgar o no poner nada de nuestra parte.



 

Sunday 21 September 2014

Agradecimientos



Sois muchos los que habéis apoyado mi nueva novela: Cuando ya te habías Ido a través de als redes sociales y blogs literarios. 
Quiero agradecer en especial las entradas promocionando la obra de:

Blog Las palabras descarriadas en su sección "mis recomendaciones"
http://laspalabrasdescarriadas.blogspot.com.es/p/blog-page_26.html

Blog Mezclando Arte de Carmen Andujar.
http://carmenandujarzorrilla.blogspot.com.es/

Blog Las Letras Inquietas.
http://lasletrasinquietas.wordpress.com/2014/09/21/promocion-literaria-cuando-ya-te-habias-ido/

Blog Murobuenoescritor.
http://murobuenoescritor.wordpress.com/2014/09/22/no-solo-de-escribir-vive-el-hombre-3/


Muchas gracias a todos por ayudarme con vuestro granito de arena y poder dar a conocer la obra en vuestros rincones literarios.

Thursday 18 September 2014

Cuando ya te habías ido, sale hoy a la venta!!

Buenas a todos, hoy os presento mi último hijo literario:
 Cuando ya te habías ido. 

Una novela romántica que narra la historia de Sara una joven que debe renunciar a sus sueños con el amor de su vida por sobrevivir y acatar aquello que su familia le impone. La novela describe cómo Sara debe madurar de golpe y hacer frente a un matrimonio de conveniencia y a sobrevivir al lado de un hombre al que no ama. 

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Ficha Técnica:
Título: Cuando ya te habías ido
Autor: Rafael Alcolea Harold
Páginas: 194
Editorial: independiente.
Código Amazon: B00N1YQ28Q

SINOPSIS:
¿Qué ocurriría si te volvieses a encontrar con el amor de tu vida después de muchos años?
¿Qué harías al descubrir que tu matrimonio tiene secretos inimaginables?
¿Perdonarías a una madre que comerció con tu vida en el pasado?

La vida de Sara Scott no fue fácil, tuvo que marcharse de España y dejarlo todo para sobrevivir tras una desgracia familiar, incluído a Javier, el amor de su vida. Años más tarde, cuando por fin consigue regresar a su país, estrenar la casa que su marido le ha regalado en la costa, y se reencuentra con Javier; Sara recibe una terrible noticia mientras está de vacaciones: Robert, su esposo, ha fallecido. Sara desconocía que estuviese enfermo... Robert le ha ocultado su enfermedad, pero ¿Por qué?

Debe viajar a Londres donde descubrirá que la acomodada vida proporcionada por su marido, un agente de bolsa y rico heredero, encierra oscuros secretos que tendrá que ir resolviendo para escapar en esa telaraña de sentimientos, entre ellos: recuperar a la hija que ambos tenían en acogida...

Una novela romántica con tintes de novela negra y de suspense, que combina todos los elementos para no dejarte separarte de las páginas hasta que la acabes.

Enlace:

*Compra en amazon: 
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Como siempre me encantaría la mayor difusión posible, sé que puedo contar con vosotros, sois geniales.

Saturday 13 September 2014

Relato Corto: Una Sola Carta



   Título: UNA SOLA CARTA
Extensión: 11 páginas.
Género: Valores-contemporáneo
Autor: Rafael Alcolea Harold
       UNA SOLA CARTA 

Tan sólo me faltaba una casa, y terminaría al fin mi jornada laboral aquella mañana. Aceleré el paso por las estrechas callejuelas que me separaban de mi libertad, saltando sobre los viejos y castigados adoquines por la lluvia y las heladas. Mi medio de transporte habitual: una vieja y abollada Vespa amarilla, no sobreviviría a semejante castigo.
La tierra ya se había sacudido levemente durante la pasada madrugada. Algunos vecinos de la capital ni se percataron del temblor. Estaba sudoroso, nervioso a la par que preocupado por la situación en casa. Debía entregar aquella carta y volver a casa de inmediato.
El pueblecito estaba situado a unos mil metros de altitud, no tenía más de quinientos habitantes, y por lo tanto las principales compañías de teléfono habían desestimado la colocación de antenas para mejorar la señal. Por lo tanto no había mucha cobertura. Casi siempre debía esperar a bajar hasta Villar del Campo, para poder realizar o recibir llamadas. Miré el teléfono y seguía sin ninguna raya de cobertura. Si Ana me llamaba se toparía con la grabada voz de la operadora recordándole que su marido estaba aislado de la sociedad, y que en esos momentos no podría ayudarla por mucho que él se empeñara.
Mi nuevo smartphone era un inútil artilugio en medio de tan rústico panorama. Agradecía la sensación que producía el sol sobre mi cara. El aire frío de finales del otoño, era contrarrestado con un calor acogedor que me empujaba a seguir con mi tarea. Por otra parte, odiaba la sensación al llamar a una casa, y presentarme sudando por cada poro de mi cuerpo; las personas me miraban a menudo pensando —pobre pardillo, está chorreando—, yo disimulaba mientras el cliente firmaba el recibí, para enjugarme el sudor en la manga de mi camisa; esperando aquel vaso de agua fresca que rara vez me era ofrecido.
Precisamente aquella casa estaba situada al final de la última calle del pueblo. En  aquel hogar vivía una pizpireta abuelita, que siempre se alegraba de verme. Pero aquel día no podía entretenerme y hablar con ella; tenía que estar en casa cuanto antes. Al girar por la esquina donde se encontraban las viejas casonas medio derruidas por el paso del tiempo, contemplé los destrozados tejados y las podridas vigas que se asemejaban al esqueleto de un gran animal extinto. Me preguntaba quién habría vivido allí, o qué historias habrían ocurrido en aquella casa. Solo esperaba que hubiesen sido felices.
Sin darme apenas cuenta llegué hasta la mismísima puerta donde debía dejar la carta. El enorme portón verde carruaje me devolvió a la realidad; olvidé entonces la historia de los demás para centrarme en la mía propia. Llamé hasta tres veces, por si la anciana no me oía; tal vez estuviese con alguna visita, aunque solía estar sola. Finalmente, cuando estaba girando sobre mis talones, la entrañable ancianita apareció a través del marco de la puerta.
— ¡Buenos días hijo! — Exclamó la anciana abriendo el portón con dificultad. La mujer al verme sudoroso, me hizo un gesto para invitarme a pasar y beber un poco de agua. Yo decliné la invitación, pues debía volver cuanto antes, no sabía qué me encontraría a mi regreso.
— No se preocupe María. Le traigo una carta. —Le informe mostrándosela. La mujer casi sin mirarla, me introdujo dentro de la casa sin aviso.
— ¡Gracias hijo! Eres muy amable trayendo la carta hasta aquí. Será del banco. Yo no entiendo de números así que déjala por ahí en cualquier parte. — Dijo de manera lastimera para conmoverme y que se la leyera— ¿Serías tan amable de sentarte y descansar mientras bebes un gran vaso de agua fresca? — Preguntó.

Consiguió conmoverme, y accedí a su invitación. Miré el reloj de soslayo cuando se dio la vuelta, no quería ser descortés. Eran las dos menos cuarto. El móvil seguía   inoperativo, no había llamadas de casa, ni cobertura. Al entrar en la casa, me sentí tele  transportado a otra época. La vieja máquina de coser SINGER presidía el recibidor,  acompañada por una enorme radio antigua, flanqueados a su vez por innumerables  maceteros vacíos que poblaban todos los rincones. Le había gustado mucho la jardinería, pero ya no tenía fuerzas para cuidar a tantas plantas. La seguí hasta donde me dijo que guardaba celosamente todos los recibos del banco: su dormitorio. Para llegar a la estancia, debíamos atravesar la inmensa cocina, desproporcionada para una sola persona. La anciana me miró y comprendió mi asombro al ver la habitación.
— Aquí comíamos quince personas todos los días: mis padres, mis trece hermanos y  yo. — Dijo como justificando las dos altas filas de sillas de anea, apiladas junto a la jaula de un viejo y rechoncho canario anaranjado. El pájaro, único compañero de la anciana, saltó de lado a lado en su estrecha jaula nada más verme. Se notaba que el  animal estaba emocionado al haber sido alterada su monótona rutina diaria.
La anciana se detuvo frente al impasible botijo colocado sobre un plato de barro cocido oscuro. Su sobrio color beige estaba salpicado con un par de adornos multicolores hechos de ganchillo. Agarré el botijo y bebí varios tragos largos hasta que tuve que detenerme para respirar y así poder continuar bebiendo. Miré el reloj de nuevo, necesitaba saber qué estaba pasando en casa. Tenía que levantarme y marcharme de inmediato. Con suerte sólo tardaría cinco minutos en escucharla. Entonces podría salir pitando pueblo abajo hasta donde se encontraba la moto. Si agobiaba el motor de la Vespa podría estar en casa veinte minutos más tarde.
Una vez hube acabado el agua la acompañé a depositar la carta en el dormitorio, situado junto a la cocina. Era la primera vez que accedía a un dormitorio desde la cocina; la aleatoria distribución de la casa se debía sin duda a la ampliación de las estancias conforme la familia había ido aumentando. Al entrar al dormitorio me detuve a contemplar el escaso espacio de pared que quedaba libre debajo de tantísimos cuadros y retratos. Había miembros de la familia de diferentes generaciones: las más recientes de los nietos eran a color y estaban enmarcadas en marcos más modernos; las más antiguas eran aquellas fotos en blanco y negro con el borde arrugado por el paso del tiempo. De inmediato pensé en cuánto tardaría yo en quedarme dormido por culpa de tantísimos ojos observándome al irme a dormir.
De repente sentí que me mareaba, pero al mirar a la anciana apoyarse sobre su cama mientras se tambaleaba, deduje que no era cosa mía; se trataba de otro temblor de tierra. Me dispuse a ayudarla a sentarse, pero antes de que pudiese alcanzarla, un tremendo ruido y un desgarrador crujido, provocó que casi todas las botellitas de colonia y demás objetos colocados en la centenaria cómoda del dormitorio, fuesen cayendo al suelo como a cámara lenta.
Muchos cuadros comenzaron a desprenderse de su mohosa alcayata para terminar rompiéndose contra la solería. Intenté refugiarme bajo el quicio de la puerta, como  había visto en cierta película sobre terremotos, pero antes de alcanzarla; el techo comenzó a desprenderse mientras la sacudida empezaba a ser más fuerte. Dos enormes vigas cayeron sobre la entrada de la habitación, bloqueándola. Después oscuridad, polvo, lamentos y frío.
— Señora, ¿se encuentra bien? — Pregunté a ciegas —. No hubo respuesta. Volví a intentarlo. Una vez más, silencio. Me acordé que tenía una pequeña linterna que funcionaba con energía cinética en mi bolso de cartero. Al iluminar la estancia comprobé que parte del piso superior de la casa se había desplomado sobre el dormitorio y la anciana, creando una especie de muro divisorio entre los dos.
 — Pobre mujer —Pensé.
Yo tan solo me había golpeado en un hombro y la espalda, pero podía moverme. Alumbré a través de una oquedad del nuevo muro de escombros, y vi su cuerpo; movía una mano levemente. Estaba recostada sobre parte del colchón, en el suelo. Parecía que seguía con vida. Al recorrer su cuerpo con el haz de luz, comprobé que estaba sepultada bajo un montón de escombros.
— María, ¿puede escucharme? —vociferé. Miré mosqueado al móvil que seguía sin cobertura. Grité pidiendo ayuda, pero no obtuve respuesta.
— Hijo — escuché un débil susurro que provenía de la mujer.
— ¡Estoy aquí! No se preocupe, enseguida vendrán a rescatarnos. — Le mentí.
— La anciana parecía estar malherida, y a pesar de estar quieta, no podía dejarla dormirse; sería terrible si perdía la consciencia.
— María, mientras nos rescatan, ¿por qué no me cuenta algo de sus hijos? — Sugerí.
— Tengo cuatro — respondió con un hilo de voz.
— ¿Vive usted aquí sola, o con sus hijos? — Le pregunté para saber si alguien tenía que volver a casa, y así pudiese encontrarnos.
— Sí hijo, sola, muy sola. Mis hijos viven en la capital. Allí tienen sus vidas. —tragó saliva para continuar hablando—. El mayor es médico, la segunda trabaja en un banco, y los dos pequeños son profesores. Pero todos viven lejos. Están muy ocupados.
Traté de mover algunas piedras para acceder a ella. Aunque no podríamos salir de allí, por lo menos intentaría hacerle ver que no estaba sola. Al mover las piedras, las superiores caían, varias de ellas se desparramaron cerca de mis pies, que casi fueron espachurrados. Pero ese pequeño desprendimiento hizo que el hueco por donde podía ver a la anciana se ensanchara, proporcionándole más oxígeno a la mujer.
— ¿Siempre ha vivido aquí en esta casa? —pregunté.
— Sí hijo siempre. Bueno mejor dicho: casi siempre. Durante la guerra civil tuvimos que cerrar esta casa, que me dejó mi padre en herencia, y emigrar hasta Barcelona.       —dijo tosiendo.
 — ¿De veras? — Pregunté animándola a continuar hablando— Estaba usted en el bando equivocado. ¿No?
— Bueno, yo nunca entendí de política. Mi marido sí era más de esas historias. Mis preocupaciones eran diferentes: lavar la ropa junto al río, acarrear agua para las bestias, y criar cuatro diablillos. —dijo dolorida tratando inútilmente de incorporarse.
— ¡Quédese tendida y quieta! — Le supliqué— imagino que su vida sería muy dura.
— Y que lo digas. Mi marido fue barbero y tuvo que hacer de tripas corazón para  conseguir algo de dinero o comida. Los domingos se iba al campo donde los señoritos cazaban, para ver si podía pelar a alguno. A veces no le pagaban, otras veces le daban un par de liebres mal matadas. El pobre mío me duró muy poco, a los cuarenta y tres años sufrió un infarto. No me quedó más remedio que sacar a mi familia adelante yo sola. Con treinta años quedé viuda, y aunque hubo mucho listo que quiso aprovecharse de la situación; pude encontrar trabajo en la capital, gracias a una prima lejana que trabajaba en una partería. Allí vi de todo: muchachas pobres obligadas a entregar a sus hijos para que fuesen adoptados por familias ricas, abortos ilegales, incluso a mujeres que les robaban a sus hijos y les decían que estaban muertos. ¡Unos sinvergüenzas! Yo no tuve más remedio que aguantar y callar como tantas hemos hecho siempre.
La anciana volvió a quejarse de dolor, estaba claro que su situación empeoraba. Intenté encender y apagar el móvil, pero no había manera de coger señal.
— María, no se preocupe pronto saldremos de aquí. —Volví a mentirle.
— No importa hijo, yo ya estoy en paz con la vida. Ya he hecho todo lo que quería, he tenido el cariño de los míos, he tenido hijos y nietos. ¿Y tú? ¿Tienes hijos? Da igual, al final te vuelves un estorbo para ellos. Tú que sacrificaste todo por ellos, y ahora solo les pides algo de cariño y compañía. Tienen sus vidas, su trabajo y familia; las actividades de los nietos. Uno estudia piano, quinto curso… las reuniones con los amigos; y la madre es lo último de lo que se acuerdan. Siempre con prisas de aquí para allá, para estar en todos lados y en ninguno en particular. Eso no es vida. Siempre que vienen están pendientes del reloj, creen que no les veo. Encima estoy muy mayor para cuidar a los nietos, así que no les sirvo. Pienso que no es bueno llegar a vivir tantos años, te evitarías ver según qué cosas… Normalmente olvido los últimos momentos con ellos y recuerdo cuando mis hijos eran pequeños, y estaban siempre aquí, conmigo. Sé que no les veré más, ¿les dirás que les perdono? Siempre los querré a pesar de todo…
— No diga usted eso, María. Verá como salimos de esta. Sus hijos la quieren a su manera, no tienen la culpa de vivir el tiempo que les ha tocado. — Los justifiqué, acordándome de mis propios padres, a los que llevaba más de un mes sin visitar.
— No importa, de veras que no me importa. Les quiero a todos y siempre los querré, no importa lo que se acuerden de mí. A un hijo se le quiere por siempre; a unos padres… no sé. ¿Tienes hijos?
Iba a responderle, cuando un ruido del exterior apagó mi respuesta. Había alguien fuera.
— ¿Hay personas dentro de la casa? — Preguntó una voz ronca y masculina.
— Sí. — Respondí emocionado. Volví a repetirlo con todas mis fuerzas, por si acaso no había escuchado la primera respuesta—. Hay una mujer gravemente herida, es muy mayor. ¡Dense prisa! ¡Hay heridos!
— De acuerdo, soy del cuerpo de bomberos, no se preocupe en seguida les sacaremos. No mueva a la herida. — Advirtió el hombre. Quise gritarle que no podía acercarme a ella, pero ya se había ido en busca de ayuda.
— ¡Qué regalo tan maravilloso! — exclamó la anciana, que ya empezaba a delirar.
Su voz era cada vez más débil, apenas un susurro — No se va a marchar, ¿verdad?
— No se preocupe María, estoy aquí, a su lado. —Repetí. Si al menos pudiera cogerle la mano, para que supiese que no me iba a despegar de su lado—. No la voy a dejar sola, ya ha pasado lo peor.
— Dígale a mis hijos que los quiero mucho… no olvides decírselo siempre a tus propios hijos. No lo olvides… gracias por estar aquí conmigo… no te vayas.
Los bomberos tardaron más de hora y media en rescatarnos de entre los escombros causados por el terremoto. Para cuando llegaron hasta la anciana, llevaba ya más de media hora que no respondía a mis preguntas. Yo solo esperaba que hubiese perdido el conocimiento. Finalmente, los bomberos llegaron hasta su cuerpo inmóvil. El gesto inequívoco del sanitario al trastear junto a su cuerpo, me confirmó que la anciana había fallecido.  
Con lágrimas en los ojos salí al exterior. El sol ceniciento de la tarde fue suficiente para cegarme por un momento. El aire limpio, libre de polvo despejó mi mente, pero no el alma, aturdida todavía por la pérdida de aquella buena mujer. Conforme iba saliendo de la casa, en lo que quedó de la entrada, tropecé con un papel. Era una carta. Me agaché para desenterrarla de los escombros; sacudí el polvo y comprobé que era la misma carta, la que había ido a llevarle a aquella mujer. Instintivamente miré el remite, para intentar devolvérsela a su propietario; María Gómez Fuentes. Cuál fue mi sorpresa pues el remite era la misma mujer que había fallecido.
Entonces comprendí que la anciana había estado escribiéndose cartas todos estos meses, para acabar con su soledad y monotonía; al igual que el pajarillo de la cocina, se sentía sola, enjaulada y abandonada. Aquellos momentos en que yo le entregaba las cartas, y ella me ofrecía un trago de agua, o me preguntaba por mi familia; habían significado mucho para aquella mujer. Le habían hecho sentir que era alguien, que  seguía existiendo para alguna persona. De esta manera tan triste y macabra, me había enterado de su amarga realidad. Al menos no había muerto sola, pensé; en parte, para quitarme culpa de mis espaldas. En este tiempo, tampoco me había dado cuenta de lo triste y sola que estaba. Ni de cómo se le iluminaba el rostro, cuando me veía subir la cuesta con mi cartera, sentada al solecito en su humilde butaca colocada justo en la entrada de su casa. ¿Era eso lo que nos esperaba? —Me pregunté— después de tantas vivencias, amigos, amores, hijos, familias. ¿Era eso lo que nos aguardaba, la triste y resignada soledad?
— ¿Se encuentra bien? ¿Quiere que llame a alguien?— Preguntó un policía.
Debían ser más de las siete, Ana debía estar al borde de un ataque y preocupadísima.
— ¡Necesito un teléfono! — Dije sin casi mirarle a la cara. Estaba terminando de decirlo, cuando mi propio teléfono móvil sonó—. ¿Diga?
— ¡Carlos! Soy yo Ana. ¿Estás bien? — preguntó mi esposa al otro lado de la línea. Parecía extrañamente relajada— Ha sido por culpa del terremoto, ¿verdad?
— Si cariño, no te vas a creer lo que me ha pasado…
— Algunos temblores he notado, créeme mi vida. — Dijo, mientras escuchaba de fondo las voces de otras personas en el lugar donde se encontraba.
— ¿Has roto aguas? — Pregunté nervioso.
— Carlos… has sido padre a las seis y media. — Anunció mi esposa. No podía creerlo, me había perdido el nacimiento de mi primer hijo, después de tanta espera.
 — ¿Estáis bien?
— Sí, no te preocupes. Todo ha ido francamente bien. Pero adivina qué… no ha sido un niño como esperábamos. ¡Carlos, eres padre de una preciosa niña! Precisamente tengo a mi lado a la enfermera, preguntándome qué nombre le pondremos, teníamos claro el nombre para un varón, pero ahora… no sé…
— Dile a la enfermera que la niña se va a llamar María, y será la niña más querida y amada del mundo entero. Voy para allá, luego te cuento el porqué de ese nombre. Te quiero.
Cuando estaba subiendo al coche patrulla que me acompañaría hasta el hospital, escuché decir en voz alta al sanitario que estaba reconociendo a la anciana en una camilla. — Hora de la muerte: seis y media—.
Miré hacia atrás una vez más, y tuve la certeza de que los valores en mi vida iban a cambiar.



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